La Pastoral Vocacional
La pastoral vocacional es una tarea de todos los miembros de la Iglesia, que consiste en el servicio al nacimiento, crecimiento y discernimiento de vocaciones; con el fin único de servir más y mejor al mundo, que tanto necesita de la verdad de Cristo. Para ello la pastoral vocacional la hemos de realizar mediante los instrumentos válidos en toda pastoral: la predicación directa y clara del mensaje, la catequesis sistemática y fiel, el testimonio alegre y sincero, la oración confiada al Padre por su Hijo en el Espíritu y a María modelo de toda vocación.
¿Cómo realizar la pastoral vocacional?
Hemos de poner especial hincapié en la oración, porque del encuentro con Cristo es de donde nace la predicación, la catequesis y el testimonio eficaz, y es el mismo Cristo el que llama al corazón del joven para hacerlo participe de la vocación sacerdotal al servicio de la Iglesia y de toda la humanidad.
Toda la Iglesia debe acoger cada día la invitación persuasiva y exigente de Jesús, que nos pide que “roguemos al dueño de la mies que envíe obreros a su mies” (Mt. 9, 3 8). Obedeciendo al mandato de Cristo, la Iglesia hace, antes que nada, una humilde profesión de fe, pues al rogar por las vocaciones (mientras toma conciencia de su gran urgencia para su vida y misión) reconoce que son un don de Dios y como tal, hay que pedirlo con súplica incesante y confiada.
Es necesaria una predicación directa sobre el misterio de la vocación en la Iglesia, sobre el valor del sacerdocio, de la vocación religiosa, y de la vocación laical; sobre su urgente necesidad para el pueblo de Dios.
Una catequesis orgánica y difundida a todos los niveles en la Iglesia, además de disipar dudas y contrastar ideas desviadas sobre las vocaciones, y en especial sobre las vocación sacerdotal, abre los corazones de los creyentes a la espera del don y crea condiciones favorables para el nacimiento de nuevas vocaciones. Ha llegado el tiempo de hablar valientemente de las vocaciones de especial consagración, como de un valor inestimable y una forma espléndida y privilegiada de vida cristiana.